¡CONSECUENCIAS DEL DESORDEN!

  • CANSANCIO
  • ROBA TIEMPO
  • ES FUENTE DE PREOCUPACIONES
  • RETRASA LAS TAREAS

 

1 Corintios 14:33

porque Dios no es {Dios} de confusión, sino de paz, como en todas las iglesias de los santos.

 

El desorden obstaculiza el equilibrio emocional y psicológico, y es un desencadenante de otras situaciones que también generan estrés por sí mismas

 

1 Corintios 14:40

Pero que todo se haga decentemente y con orden.

Provoca cansancio

La desorganización es una fuente de agotamiento de energía de la que no solemos percatarnos. El desorden implica un cansancio extra cuando llegue el final del día, ya que el cerebro permanecerá en un estado de incertidumbre todo el tiempo. Por eso, es recomendable mantener el hogar limpio y ordenado para que todo fluya.

 

Salmos 37:23

Por el SEÑOR son ordenados los pasos del hombre, y el SEÑOR se deleita en su camino

 

Te roba tiempo

El caos de tu hogar te obliga a invertir un tiempo precioso buscando aquello que deseas localizar.

 

Colosenses 2:5

Porque aunque estoy ausente en el cuerpo, sin embargo estoy con vosotros en espíritu, regocijándome al ver vuestra buena disciplina y la estabilidad de vuestra fe en Cristo.

 

Es fuente de preocupaciones

Los objetos que poseemos y nos rodean, y con los que nos relacionamos, configuran nuestra realidad diaria. La sensación de no tener el manejo de estos elementos puede llegar a ser también una fuente de preocupación, y derivar en estrés.

 

1 Timoteo 3:5

(pues si un hombre no sabe cómo gobernar su propia casa, ¿cómo podrá cuidar de la iglesia de Dios?);

Retrasa las tareas

El desorden retrasa tareas y las obstaculiza. Emplear un tiempo a organizar tu hogar y convertirlo en un entorno agradable es una buena inversión, dado que reducirá el tiempo diario que luego necesitarás para desenvolverte en tu entorno desorganizado.

 

Génesis 1:1

En el principio creó Dios los cielos y la tierra.

 

Si Dios nos formó en orden, no neguemos la fe viviendo en desorden como el mundo desea que vivamos; honremos a Dios viviendo en el orden preestablecido por Él y para Él.