La falta de realización personal, la falta de educación y el ocio son el principal motivo de todos los que tienen mala costumbre de hablar mal a tus espaldas, recuerda que no todos tenemos los mismos valores o principios; esto se da mucho entre varones como mujeres ya que la envidia afecta a toda raza, etnia, edad. Esto lo podemos ver desde los inicios de la humanidad cuando dos hermanos terminaron mal por no hacer las cosas como Dios requería de ellos.
Caín mato literalmente a su hermano Abel por envidia y competitividad. Todo inició en la manera de preparar, lo que en el Antiguo Testamento la Biblia nos narra, que Dios pidió de ellos, un sacrificio que honrara a Dios. Uno lo hizo a la manera de Dios y el otro lo hizo a su manera sin respetar lo que se les demandaba en aquel entonces. Dios vio con agrado el sacrificio de uno, pero rechazó el sacrificio del otro y fue allí donde esto comenzó a complicarse.
Fue tanta la envidia de Caín que no soportó el reconocimiento de Abel ante Dios, lo que le llevó a quitarle la vida y ocultar el hecho ante Dios y su familia; ¡Que complicada es la envidia!, ¡Que complicada es la murmuración!, si no se controla puede dañar a muchas personas y terminar con buenas relaciones. La clave está en no dejar crecer el problema, la clave está en no permitir que las raíces dañen los fundamentos de una buena amistad.
Todo hombre es una espada de dos filos, que en algún momento de envidia hasta podría cortar tu cabeza, o por envidia o por mera inseguridad personal, si se ve amenazado y esta inseguro de sus atributos como ser humano no dudara en dañar a terceros para salir en caballo blanco; incluso inventará todo lo que sea necesario para no salir dañado él o menospreciado por sus acciones propias aun si es él quien cometió la falta. La soberbia de los humanos es así, daña cuando se siente amenazada.
¿Qué hacer si estás en esta situación?:
- Pide una disculpa, a pesar de no haber cometido el error.
- Sonríe y muéstrale a los demás que tu seguridad personal supera sus inseguridades.
- Recuerda que la mentira siempre es descubierta tarde o temprano.
- Sonríe y avanza.
- Recuerda que Dios conoce la verdad y te respaldará en toda situación.
No te sientas víctima de nadie, todo tiene un propósito y esto servirá para limpiar tu camino de todas esas personas falsas que se atormentan a ellas mismas por medio de sus propias palabras que jamás hablan bien de nadie, sus vidas no aportan a nadie, sus pensamientos son constantemente malos y de maldad para con todos los que les representan una amenaza en sus proyectos de vida, si es que los tienen; no olvides que al final lo único que cambiará es tu percepción de quien ellos realmente son.
¡Cuídate de toda espada de dos filos!