San Salvador, Febrero 2019.
Señor Presidente de la República de El Salvador.
¡Muchas felicidades en su nombramiento! Dios no improvisa, desde antes de su nacimiento Dios le preparó para el cargo que ahora por gracia de Dios y el voto del pueblo usted ostenta; no tenga temor, Dios está con usted.
Servir a un país tan golpeado por la criminalidad y división después de esta elección no será fácil, a pesar de ello tenga por seguro que el pueblo esta dispuesto a esforzarse por tener el mejor quinquenio que jamás pudimos imaginar; Soy padre de tres hijos varones y pastor de una Iglesia Cristiana Evangélica en la capital San Salvador. Como padre y predicador es mi deseo que ellos puedan heredar un País del cual se sientan aún más orgullosos, ahora y después de su mandato.
Como Salvadoreño estoy consternado al ver la falta de claridad que nuestro país El Salvador lleva, pareciera que estamos viviendo en un país sin rumbo definido; Todos nos hablan de estrategias y de encuestas como de estadísticas y dificultades, pero, ¿quién nos dirá la verdad?. La verdad sobre sus planes de gobierno, la verdad sobre la deuda externa, la verdad acerca de la seguridad o inseguridad, ¿será usted lo suficientemente capaz para ordenar este manicomio de problemas y a sus cientos de promotores?
La división que causó la pasada elección entre partidos políticos y simpatizantes, amigos y hermanos, entre religiosos y pastores, nos ha dejado un daño colateral que debe ser tratado con inmediatez; debemos juntos trabajar en unidad para sacar este proyecto de vida y así tener el país que todos anhelamos, debemos coordinar esfuerzos para que todos los menos privilegiados puedan salir de la pobreza material, espiritual y educativa. Esto será posible Señor Presidente, solamente si usted esta dispuesto a dialogar con todas las partes involucradas en estos procesos, en donde somos todos los que conformamos el pueblo Salvadoreño.
Lamento que no pudiera promover su candidatura a la presidencia como muchos malos pastores y religiosos quizá hicieron, pero mi labor no es esa; mi labor difiere de la suya en gran manera. Como predicador mi labor es exponer las verdades bíblicas de tal manera que el pecado sea humillado y el Hombre reconciliado para con Dios y esto no sería posible si endoso a un candidato o candidatura en especial, de haberlo hecho hubiese sido una gran limitante para el Evangelio de Jesús, y su fin aquí en la tierra.
Señor Presidente, generar equidad, oportunidades, empleo y seguridad deberán ser su meta a corto plazo, si me permite darle el consejo o recomendación; promover la gratuidad de la Educación ayudará más que construir monumentos simbólicos o sin sentido común, tener acceso a la salud es mas importante que decorar o remodelar el Centro Histórico de la Capital y sus alrededores, aunque debo admitir que dicho proyecto embelleció la Capital como nunca… por cierto, quedó precioso. No puedo obviar sugerir que el acceso a la tecnología en los institutos públicos es de carácter urgente para el desarrollo de mejores programas educativos, el mundo pareciera girar más rápido para la juventud de hoy.
Como predicador Cristiano Evangélico solo le pido igualdad, igualdad de derechos, oportunidades, libertad de culto, promover valores no desde las iglesia solamente, sino desde la currícula educativa, el respeto a la vida, defender la familia como la unión entre un hombre y una mujer, esto es básico para poder apoyarle desde nuestro lado del compromiso como cristianos o religiosos. Una cosa sí quiero dejar clara, si usted me lo permite, no estamos aquí para pedir reconocimiento, privilegios, oficinas, salarios, palancas, etc. Estamos aquí ofreciendo una mano amiga para trabajar en unidad con todos los sectores de El Salvador para desarrollar juntos este quinquenio que no dudo que con la ayuda de Dios, será todo un éxito.
Sin más por el momento y por el pronto regreso de nuestro Señor Jesucristo
Toby Jr.
Un Simple Predicador.