Los ‘saca sangre’

Los ‘saca sangre’

El alma del perezoso desea, y nada alcanza;

Mas el alma de los diligentes será prosperada.

Proverbios 13:4

 

Una de las formas de relación que existen es la parasitaria. Esta no resulta ser un tipo de pareja muy saludable, pues sólo se tendrá en cuenta los sentimientos de uno y el otro actúa siguiendo sus deseos.

Una persona parásita es la que vive a expensas de otros, especialmente cuando abusan de la confianza que se les brinda.

 

En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor;

Romanos 12:11

 

En realidad, estas personas sufren de una condición que se puede llamar como el síndrome de “yo merezco todo” o mejor dicho “yo tengo el derecho a todo lo que yo deseo aun si no es mío.” (Después de todo pobrecito de mí, yo hago tanto y nada me sale bien…). Este síndrome los hace ser personas egoístas que no tienen límites y que insisten que ellos tienen el derecho de pedir y en algunos casos de exigir. Contra de eso es muy difícil pelear, ya que sus carencias los convierten en personas prepotentes y muy sinvergüenzas.

 

El perezoso no ara a causa del invierno;

Pedirá, pues, en la siega, y no hallará.

Proverbios 20:4

 

Desafortunadamente estas personas atacan más a la gente que tienen cerca y que saben que tiene un lazo emocional con ellas, así, garantizan que lo que ellas pidan, de alguna manera lo van a recibir, a pesar de que sea por las malas, cosa que en realidad a los parásitos ya ni les importa, ellos se enfocan en conseguir su objetivo, los medios ya no les son relevantes.

 

¿Qué hacer entonces con este tipo de personas?

Lo más importante que estas personas nos brindan es una oportunidad valiosa para aprender. Cuando veo con mis propios ojos lo que otra persona hace y me molesta, independientemente que se sabe no está bien, reconozco que es una conducta incomoda, y negativa. Por lo tanto aprendo que eso no se debe de hacer y veo las consecuencias que deja ese tipo de comportamiento.

Así, las personas parásito son los mejores maestros que nos vienen a enseñar que la vida no nos debe nada, si tenemos la necesidad de algo tenemos que trabajar y luchar por ello. Nadie tiene la obligación de darnos nada.

 

Ve a la hormiga, oh perezoso,

Mira sus caminos, y sé sabio;

Proverbios 6:6

 

Por otro lado, este tipo de personas también nos brindan la oportunidad de aprender a protegernos y a poner límites. No todo se puede dar, aún a las personas que queremos. Personalmente no se puede estar bien si uno no se respeta a sí mismo.

Es bueno ayudar a otros, apoyar, hasta dar cuando se puede, pero siempre y cuando la persona a la que se ayuda reconozca y agradezca la ayuda, no cuando se confunda y se crea que es la obligación de uno estar ayudando.

 

Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño? Un poco de sueño, un poco de dormitar, y cruzar por un poco las manos para reposo; Así vendrá tu necesidad como caminante, y tu pobreza como hombre armado.

Proverbios 6:9-11

 

Desafortunadamente como la palabra dice, una persona parasito, puede terminar absorbiendo todo lo bueno que la otra persona tenga, y lo peor de todo, es que no solo se lleva lo mejor dejando un gran vacío, además, no siente pena y lo peor, es que cuando se les pide ayuda de regreso o un favor, ellos nunca responden. Después de todo no es su obligación, ellos tienen derecho a todo.

 

Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y sé sabio; La cual no teniendo capitán, ni gobernador, ni señor, prepara en el verano su comida, y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento.

Proverbios 6:6-8

 

 

Fuente: https://www.facebook.com/Rincondelapsicologia.psique/posts/1923134224595535/

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