La sal en la antiguedad y la Biblia

La sal en la antiguedad y la Biblia

¿Cuál es la importancia de la sal en el cuerpo humano?

Explicó que la sal es vital para el correcto funcionamiento del organismo; consumirla en las cantidades recomendadas permite una adecuada función de los músculos y del corazón; ayuda al cerebro a controlar los impulsos nerviosos; regula los fluidos extracelulares del cuerpo (las células necesitan agua para trabajar).

La sal es el condimento más antiguo que se conoce. Proviene de las salinas marinas, de manantiales salados y de minas. La sal es un conservante natural.

 

Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo.

Mateo 5:13-16

 

Su importancia para nuestros ancestros era tal, que la mayoría de las grandes ciudades actuales se ubican ahí debido a que estaban cerca de un yacimiento. Tener o no sal en la antigüedad era la diferencia entre la vida y la muerte, pues permite conservar los alimentos prolongando su vida comestible.

La sal era ya usada por los romanos como conservante de alimentos. Cabe la posibilidad de confundir este tesoro gastronómico con las escamas de sal que se generan tras cristalizar el agua salada de manera industrial, calentando los recipientes de hierro que harán que se evapore el agua.

La sal se añadía al vino formando una bebida especiada denominada defrutum. El consumo era tan alto que Plinio calculaba que un romano medio ingería la cantidad de 25 gramos de sal al día, mencionando que en los mercados romanos los alimentos se vendían a veces ya salados (al gusto romano).

La sal era muy preciada porque permitía la conservación de los alimentos. Sin sal, era mucho más probable que la gente muriera de hambre durante los meses de invierno. El no tener sal era equivalente a no tener carne, pescado, e incluso verduras disponibles durante los meses de más frío.

 

¿Qué simboliza la sal según la Biblia?

Ser sal es dejar que la acción del espíritu por medio de nuestra acción, discreta, humilde, pero real, se expanda e impregne nuestra labor. Ha de ser como la sal. Su presencia pasa desapercibida; sólo su ausencia es notoria. Somos luz: gracias a la luz podemos distinguir la realidad que nos rodea.

 

Del Escritorio de Toby Jr.

Leave a Reply

Your email address will not be published.