No hay razón para vivir con temor, el temor paraliza, nos priva de conocer lo que realmente pudo o podría llegar a suceder si nos atrevemos a creer en nuestros proyectos; pareciera que el cerrar la puerta a las oportunidades es la respuesta para muchos, pero en realidad es todo lo contrario, hoy más que nunca será necesario que abras las puertas de tu corazón al igual que tus alas para alcanzar nuevas alturas en tu vida.
Las segundas oportunidades llegan a los que creen, a los que se atreven a retomar el buen camino de la vida; quiero recordarte que no todas las personas somos iguales, no todos tenemos los mismos principios y valores, date hoy una oportunidad sin temor a cometer errores. Los errores son solo nuevas oportunidades para brillar y alcanzar esa meta que en tu corazón y mente ya están conquistadas.
No cometamos el error de muchos de creer que no merecemos algo mejor, que ese ciclo de vida o de amor ya está cerrado y en nuestro universo o vida; de ninguna manera, lo que ahora suceda en tu vida está garantizado por la experiencia que ganaste con los años que has vivido y todo lo que has experimentado. Ahora será diferente, ahora será muchos más motivador y fácil de experimentar ya que tu madurez será la encargada de asegurar que si se presenta turbulencia o alguna complicación saldrás con éxito de ella sin lugar a duda.
Asegúrate de llevar a tu lado buena compañía y hablo De Dios en tus decisiones, Él si sabe, él sí puede marcar la ruta a seguir en cada una de las áreas de tu vida, fue Él quien te formó desde en vientre de tu madre para que llegaras a ser una persona de bien, una persona enfocada y de buenos valores; toma en cuenta a Dios para cada cosa que hagas en la vida y todo te saldrá mejor, te lo puedo hoy garantizar.
Las segundas experiencias son mejores que las primeras, ya sea con una materia de la universidad o con un noviazgo o relación amorosa o aún de trabajo; renuncia al temor infundado por las malas experiencias, tu eres una persona única y Dios tiene grandes planes para tu vida y futuro, no renuncies a tus sueños, lucha, esfuérzate, se valiente y persiste, insiste que tu recompensa llega pronto.
Dios después del diluvio universal nos dio a todos una segunda oportunidad y muchos la aprovecharon para no repetir errores, ¿Será que te animas a tomar esta oportunidad que Dios te brinda para tomar nuevas y mejores decisiones para tu beneficio? No dudes que si Él acompaña tus proyectos todo estará bien y bajo control para al final llegar con éxito a este nuevo nivel de vida.
Recuerda las segundas oportunidades son muchas veces mejores que las primeras, esto sucede por la experiencia y madurez con la que ahora contamos para afrontar la vida diaria con todo y las responsabilidades que esto representa.
Ánimos Dios sigue contigo y aunque hayas tropezado hoy Dios te levanta.
¡Abre la puerta a las segundas oportunidades!