“Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún”
Hebreos 6:10
Defino la comodidad como pereza; toda persona perezosa está destinada a la necesidad o al fracaso, esto por la ley de la siembra y la cosecha, descrita para nuestro consejo, en la Biblia. Proverbios 6:6 nos advierte que existen personas que sí son esforzadas, y por ello conquistan lo que desean o se proponen, en este caso la Biblia nos exhorta a ver la Hormiga y a seguir su ejemplo: que no teniendo Capitán ni Jefe trabaja con ahínco hasta lograr lo que se propone.
El gusano de la comodidad en la Iglesia se disfraza de fe, esa falsa esperanza en que Dios hará lo que a nosotros nos corresponde, por ejemplo: Señor dame el trabajo que necesito, cuando en realidad jamás hemos aplicado para uno. Esa falsa espiritualidad tiene a muchos en neutro, pasaron los años y nunca lograron nada de lo que se propusieron hacer, y no por ser malas personas, sino que no lo lograron por el simple hecho de haber disfrazado su comodidad o pereza como espiritualidad.
No puedes quedarte solamente con el deseo de alcanzar las metas o proyectos, debes hacer un esfuerzo a diario para acercarte más a esas metas trazadas con anterioridad. Proverbios dice “El deseo del perezoso le mata, porque sus manos no quieren trabajar” (21:25). Aplica la ley del 1-2-3. No esperes que tus manos se activen solas, ordénales que trabajen, estimula las acciones más que tus emociones, toma control de tus acciones y sal del letargo de la pereza.
“Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano”
1 Corintios 15:58
Existen algunas características del perezoso que nos pueden dar una idea de si estamos en esa categoría o no, entre ellas, le gusta dormir por prolongadas horas, está llenos de excusas, culpa a todos menos a él mismo de su fracaso, desperdicia el tiempo, cree o está casi seguro que la vida le debe algo o todo, es negligente en su trabajo, considera que es sabio en todo aspecto, le es difícil escuchar consejo, al final, siempre está necesitado.
El gusano de la comodidad no ataca solo a hombres, este también ataca a mujeres, jóvenes y niños, es así como frustra los sueños de muchos que, no encontrando éxito, se dedican a vivir llenos de amargura y resentimiento para con Dios, la vida, y el mundo en general. Analiza estas palabras y descubre si estas afectado con el gusano de la comodidad, analiza si la descripción anterior te identifica, para así poder actuar con rapidez y salir de esa zona de comodidad.
“Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís”
Colosenses 3:23-24
“También el que es negligente en su trabajo, es hermano del hombre disipador”
Proverbios. 18:9
Esto nos da una idea que este gusano llega hasta los lugares más remotos de la sociedad.
“El perezoso no ara a causa del invierno; pedirá, pues, en la siega, y no hallará”
Proverbios. 20:4
El resultado de ser gobernado o afectado por este gusano de la comodidad tarde que temprano pasara factura a quienes no se cuiden de él.
Seamos pues diligentes a tomar consejo, seamos diligentes en romper este ciclo de pereza disfrazada de fe, o de espiritualidad, seamos sal y luz para todos los que necesitan de Dios, seamos dignos imitadores de Dios por medio del ejemplo plantado de Jesus quien nunca se dejó contaminar por los deseos de este mundo, ni por la vanagloria de la vida. Fue todo lo contrario, caminó, predicó, sanó, ayudó hasta el último día de su vida sobre la tierra.