Hoy quise hablar contigo y me di cuenta de que ya no estabas, recordé cada una de las palabras que solías decirme, cuando caminabas entre nosotros con toda autoridad, y algunas veces con todo el autoritarismo.
Hoy quise platicar contigo para consultar aquellas cosas que para muchos parecen sencillas, pero para muchos otros complicadísimas.
Hoy quise platicar contigo y hacerte ver cuan difícil es la carga que por muchos años llevaste en tus hombros, junto a tu equipo de trabajo y lo hiciste de una manera maravillosa.
Hoy quise platicar contigo para compartir la carga que yo siento en mi corazón, por los menos privilegiados que están en este tremendo problema del COVID 19 fuera y dentro de las fronteras patrias.
Hoy quise platicar contigo y celebrar el 43 aniversario de una organización que nació en el corazón de Dios, pero que Dios utilizó tu mente y tu cuerpo para poder edificarla … y ahora nosotros administrándola 43 años mas tarde damos gracias a Dios.
Hoy quise platicar contigo, de todas aquellas inquietudes que jamás quise preguntar ¿Qué hacer cuando no se que hacer? ¿Cómo saber si es de Dios lo que estoy sintiendo en mi corazón? O ¿Cómo saber si lo que mi corazon siente glorifica a Dios?
Hoy quise platicar contigo, para poder contarte que tus nietos han crecido y que cada uno de ellos ya están involucrados con sus novias, y tal vez con planes a futuro de contraer matrimonio.
Hoy quise platicar contigo, para contarte lo grande que es el equipo de trabajo que Dios me ha permitido tener, que andan todos los días expuestos, en el gran San Salvador y sus alrededores llevando la palabra y también alimento, en aquellas zonas que aprendimos en los años 80´s en las mal llamadas: Zonas marginales del gran San Salvador.
Hoy quise platicar contigo, para que vieses los frutos de todos los años que sacrificaste tus semanas santas, por estar aquí predicando la palabra de Dios en tu iglesia que tanto te amó y que nosotros tanto respetamos, al final de todo al darme cuenta que no podía platicar contigo recordé lo que siempre tu me decías: “TIENES QUE HABLAR CON DIOS SIEMPRE” fue ahí en donde esa tristeza que sentí por unos minutos se convirtió en alegría de saber que el mismo mentor tuyo, hoy me lleva a mí de la misma mano hacia donde él quiere que camine.
Fue en ese momento que reaccioné y di gracias a Dios porque a través de todos tus consejos y de todas las predicaciones que hasta el día de hoy honramos y escuchamos a nivel nacional e internacional me recordó que tengo un Dios grande, manso, humilde y sobre todas las cosas un Dios misericordioso.
Al recordar esa inmensa misericordia de Dios, generó en mí paz, confianza y es por eso por lo que el día de hoy ese maravilloso lugar en donde es cuna de pastores, que tú llamaste edificio Gamaliel abre sus puertas para los menos privilegiados, para aquellos que estarán separados de sus familias en cuarentena, en otro término, debido al COVID 19 cosa que tu no lograste ver, y gracias a Dios por ello.
Hoy activamos las puertas de la iglesia del Señor para ayudar, cuidar y desarrollar a muchos de nuestros hermanos
Hoy en nuestro 43 aniversario vamos a darle gracias a Dios por todas las herramientas que se nos han entregado, para poder edificar no solo edificios, sino edificar personas que es la parte que a nosotros nos corresponde, hoy quiero dar ¡Gracias a Dios!
Por haber tenido un mentor, un padre, un pastor y un consejero como tú que en todo momento tenía algo que decir, que en todo momento siempre estuvo dispuesto a escuchar. Pero sobre todas las cosas doy gracias a Dios por tener un redentor y un Salvador que me escucha, que me ama, que me entiende y que me comprende y que en su misericordia no nos va a dejar avergonzados,
¡HOY MAS QUE NUNCA GRACIAS!
¡HOY MAS QUE NUNCA GRACIAS A TODO EL EQUIPO DE TRABAJO!
¡HOY MAS QUE NUNCA GRACIAS SEÑOR POR ESTOS 43 AÑOS!