La crisis sanitaria y social provocada por la pandemia del coronavirus no tiene precedentes en la historia moderna. El COVID-19 ha causado más de 35.000 muertos en todo el mundo. Y la amenaza para la salud pública ha llevado a un buen número de países a tomar medidas de excepción, restringiendo las libertades individuales fundamentales en un grado también inédito en tiempos de paz.
Más de un tercio de la humanidad está confinada. Desde Italia, España, el Reino Unido a Canadá, los gobiernos han aprobado más poderes para el Estado y más medidas de control a los ciudadanos. En autocracias o en países con democracias frágiles, los líderes están utilizando la pandemia también como una muleta para debilitar las instituciones democráticas y endurecer la vigilancia y la censura o para amortiguar a la oposición; todo sin apenas cortapisas y escudados en el temor al virus.
Medidas que, en unos y otros modelos, pueden permanecer cuando la emergencia se disipe, alertan los defensores de los derechos humanos y las libertades civiles.
(EL PAÍS ESPAÑA).
Esto publicó el periódico Español El País este pasado martes 31 de Marzo, lo cual me llevó a entender que no estamos solos en estos procesos tan diferentes; como hombre de 51 años esto es nuevo para mí, jamás en mi generación vimos algo así, me pregunté qué debería de hacer en el tema de Iglesia y también como micro empresario, entonces fue allí donde entendí que cuando no sé qué hacer debo siempre hacer lo correcto, eso es lo que Dios demanda de nosotros; no nos dio Dios el libre albedrío para analizar si obedecer o no, todo lo contrario, nos dio el libre albedrío para reconocer su Señorío y Autoridad. Este libre albedrío es la oportunidad de hacer lo correcto ante Dios y la sociedad.
Hacer lo correcto muchas veces es más difícil que hacer lo incorrecto, de allí parte la recompensa que será doble de parte de Dios recibida; lo que la Biblia me dice es que hacer lo correcto nos dará buen nombre delante de los hombres y la bendición de Dios. Qué gran privilegio el que la vida nos da a través de Jesús de poder leer sobre su obediencia y sometimiento.
Amigos, no estamos solos, el mundo está en la misma situación y algunos de nuestros hermanos la están pasando muy mal a diferencia de nosotros, no seamos ingratos con las autoridades; seamos obedientes a las indicaciones, seamos sumisos a las autoridades por Dios puestas según Romanos 13:1-5.
No estamos solos, Dios sigue en control de cada situación que se levanta en nuestra contra.
Quiero compartir estos textos para animar tu corazón ante esta difícil prueba que el mundo en general está atravesando en estos últimos días, espero te recuerden que es Dios quien nos respalda y cuida, las promesas no están en vano, tienen una fecha de cumplimiento, algunos de carácter múltiple, y este es el momento para el cumplimiento de muchas de esas promesas en nuestras vidas.
Éxodo 14:13-14
“Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que el Eterno hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis. El Eterno peleará por vosotros, vosotros estaréis tranquilos”.
Salmo 34:19
“Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará el Eterno”.
Salmo 91:7
“Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; más a ti no llegará”.
¡No estamos solos, Dios está con nosotros!