Reapertura 2020: ¡Volviendo a la Casa de Dios!

No esperes la reapertura para predicar.

¿Cómo será el protocolo que permitirá la reapertura de las Iglesias? Tras semanas de discusión se lograron pactar las reglas de bioseguridad para que los fieles puedan regresar a sus congregaciones. Habrá un plan piloto en varias ciudades antes de hacer general la medida:

 

COLOMBIA:

Luego de que el sector interreligioso del país le presentara al Gobierno Nacional un protocolo para permitir la reapertura de las iglesias, se definió una fecha para poder adelantar un ‘plan piloto’.

 

“Esperamos seguir avanzando de una manera responsable paso a paso para el cuidado de la salud de los congregantes, para que se pueda reactivar un sector tan importante y tener un mensaje de fe y esperanza como respuesta a la difícil situación de violencia intrafamiliar incrementada este año y la angustia que viven los colombianos como consecuencia del encierro. Seguimos trabajando en la reactivación del país y en la superación de la crisis”, manifestó John Milton Rodríguez (Colombia).

 

 

Parece que todos están preocupados por la reapertura de los templos en general, unos opinan que debemos celebrar una reunión a la semana, otros sugieren que lo hagamos dos veces por semana; otras prefieren una vez por mes. Cada loco con su tema, a título personal, consideré algunas cosas para escribir estas líneas que espero sean un punto de partida para los que consideren esto como un documento formal.

 

La iglesia jamás dejo de predicar, la iglesia jamás dejo de Evangelizar, la iglesia jamás dejó de ayudar en la comunidad con alimentos y servicios fúnebres, entre otros; ¿Cuál es la agenda de reapertura de algo que jamás cerro? Pues, en lo personal, junto a un maravilloso grupo de pastores que componemos la Misión Bautista Internacional de El Salvador, jamás dejamos a nuestros hermanos solos, llevamos meses trabajando de día y de noche para llevar palabra, alimento, consuelo, amor a los más necesitados.

 

No será el alcohol gel, no serán los químicos, será la presencia del Espíritu Santo en nuestras reuniones la que nos alejará de todo mal; no es necesario que intentes convencer de tu falta de fe, y cuando digo fe, me refiero a que estas semanas anteriores Dios separó a los niños de los hombres, a los negociantes de la fe de los trabajadores, a los conferencistas de los predicadores y hoy podemos ver el resultado. No en las cantidades de personas que entren por las puertas de los templos, sino en la cantidad de personas que nos reencontramos para con Dios en los últimos 85 días de esta extensa cuarentena.

 

Jesús jamás tuvo un templo y siempre predicó.

No es el entrar por una puerta y salir por otra lo que se requiere para congregarse; la Biblia nos dice que hay una sola puerta y esa puerta es Cristo. No te confundas, nosotros no somos del montón, Dios jamás ordeno que nos organicemos, nos ordenó que evangelicemos y lleguemos hasta lo último de la tierra con el mensaje del Evangelio de Cristo. Si bien en cierto que debemos observar las normas de distanciamiento social, es aún más importante observar los mandamientos de la palabra De Dios, no podemos volver odiando, no podemos volver divididos, no podemos volver murmurando; este es un nuevo tiempo, esta es la oportunidad de honrar a Dios como nunca.

 

No confundas las cosas, para volver a la casa de Dios no será necesario reinventar nada, más bien será necesario purificar nuestros corazones y actitudes las cuales debieron ser cambiadas el día de nuestro nuevo nacimiento a la familia de la fe.

 

Pareciera que vivimos un evangelio diferente con tanta división y murmuración, pareciera que no somos hijos de un mismo Padre, pareciera que lo que importa para muchos es lo que menos les interesa a los demás; Amigo, la iglesia es la unidad de los escogidos de Dios por gracia, por medio de la fe en Jesús, por el amor inmensurable que el mostró para con cada uno de nosotros. La reapertura de algo que jamás cerró será atípica, unos seguirán haciendo de la gente mercadería y otros recibirán el llamado a convertirse a Dios de todo corazón.

 

Y tú, ¿Estás listo para volver a reunirte con tus hermanos? ¿Estas preparado para experimentar su presencia una vez más a través de las alabanzas y la predicación de la palabra de Dios? Seguir de la manera como estábamos antes de esta pandemia es un error, nos es necesario analizar las cosas que nos robaron la bendición de tener comunión para con Dios antes de esta pandemia y arreglar y levantar todos los muros caídos de nuestra espiritualidad para reedificar y crecer como nunca. Debo recordar que Jesús jamás contó con un templo y siempre predico la palabra De Dios en cada lugar donde llegaba. No esperes la reapertura para predicar; predica que las puertas se abrirán solas por orden y el poder De Dios.

 

 

TÚ PREDICA, QUE LAS PUERTAS LAS ABRE Y CIERRA DIOS.