Es difícil ser el más pequeño de la casa, es difícil no tener los talentos que otros tienen y algunos desperdician; parece que la vida es injusta con muchos de nosotros, pero la verdad es que es solo una maravillosa oportunidad para conocer al dador de toda buena dádiva.

En su juventud David no llenaba los parámetros de la persona idónea, la Biblia narra cómo sus hermanos eran hombres de guerra mientras él se desempeñaba en el pastoreo de ovejas y asuntos de la casa; un día según la Biblia, estaban buscando ungir a un futuro rey y llegando el profeta a casa de su padre no vio en sus hermanos lo que Dios buscaba para reinar Israel.

El hombre se mide por su color de piel, por sus posesiones, por sus logros, por sus títulos, por el color de sus ojos y más; pero Dios ve la intención del corazón, como dice la Biblia. Fue ahí donde David midió más que los varones de su casa, en esa categoría los superó a todos y nadie entendía la razón.

La explicación es simple, Dios nos mide bajo otros parámetros; a Dios no le interesa tu nivel de conocimiento, tu porte, estatura, o color de piel. Dios se goza y deleita en las intenciones del corazón, en tu grado de humildad, en tu grado de compromiso, en tu grado de obediencia a su palabra y voluntad.

Esto es una maravillosa noticia para los que, a la luz de la sociedad, no alcanzábamos la altura del varón perfecto; hoy tenemos una maravillosa oportunidad de sobresalir para la gloria de Dios y poner nuestros talentos a trabajar. ¿No te gustaría estar a la altura del varón perfecto? Solo debes colocar a Jesús en tu corazón, y será Él quien nos eleve a ese nivel que solo muy pocos han logrado alcanzar.

Jamás te sientas menos que nadie, porque la estatura del varón perfecto es calculada bajo el estándar de Dios y no de los que nos rodean.

 

Eleva tu vida a la estatura del varón perfecto.

 

 

Del Escritorio de Toby Jr.