Todos hemos fracasado alguna vez en nuestra vida. Incluso J. K. Rowling, escritora de la saga Harry Potter, conoció el fracaso varias veces antes de alcanzar el éxito rotundo, porque le rechazaron su obra hasta en 12 editoriales diferentes. Sin embargo, la autora asegura haber aprendido un montón en ese proceso.

Para la psicóloga Laura Fuster, fracasar es importante porque “desarrollamos habilidades y aprendizajes después de un número determinado de intentos». Además, agregó que, si negamos el error o el fracaso, no podremos probar cosas nuevas y aprender.

Errar nos hace humanos y fracasar nos ayuda a generar mayor tolerancia ante las adversidades, potencia nuestra capacidad de resiliencia y nos motiva a la acción activando estrategias o mecanismos diferentes a los anteriormente usados.

El fracaso nos enseña a manejar la frustración, osea, con la incomodidad que el fracaso produce llegaremos a ver el fracaso como algo inevitable en el camino de la vida.

Elimina el miedo a tropezar o parecer que eres perfecto, todos tenemos un lado humano, todos tenemos un lado débil. El fracaso te enseñará a desarrollar habilidades, buscar la manera; intentarlo hasta lograrlo. Es difícil saber que acertaste si jamás fracasaste.

El fracaso nos acerca al aprendizaje, nos obliga a descubrir nuevos métodos de alcanzar nuestras metas personales.

“Es de sabios errar”, dice el refrán. El fracaso o error es un obstáculo que debes vencer para seguir adelante.

La única forma de aprender y madurar es tratando de hacer las cosas y, si hay fallas, enmendarlas y aprovechar su efecto. Y eso es aplicable en todos los ámbitos de nuestra vida: familiares, escolares, laborales, deportivos y hasta en el amor

Por lo tanto, podemos concluir que hay éxito en todo fracaso.