A mis 52 años

A mis 52 años he aprendido que:

  • Dios siempre estuvo, está y estará
  • Que las batallas más grandes que he vivido y de las cuales puedo decir que he salido victorioso, son porque Dios las peleo conmigo.
  • Que el mejor legado que he podido recibir es conocer de Dios.
  • Que mi papá, fue un ejemplo y fue el que me enseñó a no rendirme, a no moverme y a no enredarme
  • Que el amor hacia la iglesia es grande, pero la pasión por la predicación, eso es otro nivel.
  • Que la familia es la base de todo, y aunque esta no sea perfecta, lucha por ser victoriosa
  • Que la congregación, a la cual agradezco su confianza en estos años, no son sólo los que visitan nuestra iglesia, sino los que nos dejan entrar en sus hogares y corazones siendo de otras religiones.
  • Que los amigos son para siempre estén o no cerca.
  • Que mi equipo de trabajo y directiva, aun siendo todos tan diferentes, podemos decir que tenemos la misma meta

 

Y que a pesar de cada una de las batallas y cargas que he vivido, puedo decir:

 

¡GRACIAS PORQUE HASTA AQUÍ  NOS HA AYUDADO EL SEÑOR!

1 Samuel 7:12