Carta al Nuevo Presidente.  

¡Llegó el momento!

Llegó la hora de brillar, llegó la hora de cumplir con todos aquellos que han creído y creyeron en este proyecto de Gobierno, hoy deja de ser un exitoso político para convertirse en la esperanza para muchos y El Capitán del barco donde navegamos todos.

Llegó la hora de poner en alto el nombre de Dios, de su familia y de nuestro país El Salvador en el mundo; hoy está a cargo de nuestra Salud, Educación y Desarrollo. No podemos dejarlo solo, es por ello que desde ya estamos orando por su vida y familia.

Llegó la hora de hacer historia, cambios que son más que necesarios para poder dejar una buena herencia a nuestros hijos y nietos, su corta edad me genera confianza ya que tiene Nuevas Ideas a desarrollar y no con los mismos de siempre si no con un equipaso totalmente renovado en visión y misión.

Llegó la hora de demostrar que el dinero alcanza cuando nadie roba, esto implica que el portal de transparencia y la rendición de cuentas tendrán que ser básicos en estos 5 años de su gobierno. Estoy seguro que los empresarios nacionales e internacionales estarán dispuestos a invertir en nuestro país por la seguridad que su plan de gobierno proyecta.

Llegó la hora de hacer sentir a nuestros jóvenes que El Salvador vale la pena, que no es necesario emigrar para poder alcanzar sus metas personales; ahora es cuando juntos podremos desarrollar una generación de jóvenes capaces de sostener a sus familias y sueños particulares; esto será posible si todos ponemos de nuestra parte. Presidente, ¡Adelante con valor!

Llegó la hora de probar que sus críticos y detractores estaban equivocados en sus análisis pírricos y llenos de dolo, ahora es cuando está hermosa maquinaria llamada sociedad necesita ser motivada por medio de seguridad, educación y trasparencia, como también nuevas oportunidades de desarrollo y crecimiento personal. Juntos si podemos y con la ayuda de Dios será posible.

Llegó el momento de renunciar al orgullo, antagonismo y soberbia para dar lugar al entendimiento y perdón, así y solo así, podremos avanzar a un buen ritmo y alcanzar nuestras metas como país y como familia. No se rinda Señor Presidente, no permita que la crítica le robe el tiempo y la Paz de sus proyectos y planes para nuestro país; deje que los perros ladren mientras usted y su equipo avanzan para beneficio de todos.

Señor Presidente, ¡Llegó el momento!