Abrir puertas en el camino de la vida no es cuestión de suerte; es cuestión de actitud y la sumatoria de tus esfuerzos y buenos hábitos que hoy están sumando a tu favor por pequeño que sea el esfuerzo.
“Si una puerta no se abre, no es tu camino”; estoy totalmente en desacuerdo con este postulado, ¡Hablemos de las cosas por las cuales las puertas se cerraron! Nuestros malos modales, nuestros caprichos, rebeldías, la impuntualidad, la indiferencia, la arrogancia, la soberbia son solo algunas de las causales por las cuales las puertas se cerraron este año para muchos.
No se trata de reflexionar, hoy se trata de esforzarnos por cambiar esas actitudes y comodidad donde estamos anclados por los últimos meses de nuestras vidas; muchos simplemente se cansaron de luchar por sus metas y se pusieron religiosos al respecto. Ahora se refugian en Dios no por ser Dios Omnipotente, si no más bien por querer ocultar en Dios sus inconformidades y hacer creer a los demás que Dios hará lo que a ellos o nosotros nos corresponde.
Si pretende avanzar debe aprender a luchar. Lo que llega fácil, fácil se va. El carácter se forma en la batallas y pruebas de la vida diaria, es por ello que los médicos de los hospitales Nacionales son mucho más capaces que los médicos graduados de grandes universidades, quienes tienen el conocimiento, pero no la experiencia que les convierte en especialistas en sus determinadas ramas de la medicina.
No se puede avanzar desde la zona de la comodidad, es imposible sumar horas de vuelo sin volar, no puedes pretender que tu instructor haga el trabajo por ti; él o ella están en ese lugar para motivarte y mostrarte el camino, pero el recorrido será necesario que lo hagas tú. Toma el tiempo de leer estas palabras y antes de pasarlas a otro, analiza si estas palabras pueden cambiar el destino de tus días y mejorar el ambiente en el cual ahora te desenvuelves, ya sea en casa, en el trabajo o la universidad.
Si deseas abrir puertas en este próximo ciclo de tu vida, iniciemos por tomar responsabilidad sobre lo que por Dios nos fue encomendado, no esperes que otros hagan tu trabajo, no hagas a otros responsables de tus decisiones; levántate en fe y determina cruzar estas limitantes antes que sea demasiado tarde para ello.
Para abrir puertas en esta próxima etapa de tu vida perfecciona tu manera de hacer las cosas, desde tu carácter, hasta la manera de saludar y tratar a los demás. Hagamos todo con calidad y excelencia.
No olvides que la Biblia nos dice que todo lo que nosotros sembremos será exactamente lo que cosecharemos, a corto o largo plazo. ¡Suena difícil! ¿Verdad?, pero realmente no lo es, ya que tenemos un súper ejemplo para nuestro beneficio que es Jesús; es de hacer notar que su ejemplo, aún después de dos mil años, sigue siendo de inspiración para millones de personas en el mundo. Y tú y yo no somos la excepción, ten ánimo, tú puedes, ¡Levántate y sal de la zona de la comodidad hoy!
Si iniciamos hoy esta sumatoria de esfuerzos, pronto estaremos celebrando los resultados y la cosecha que dará todas las semillas sembradas por tu esfuerzo, las cuales serán un ejemplo a seguir y una motivación por las cuales seguir luchando; abrir puertas en el camino de la vida es cuestión de actitud personal y no de suerte. Abrir puertas en el camino de la vida es el resultado de todo lo que hoy estas cultivando a través de los buenos hábitos y la sumatoria de tus esfuerzos personales.
¡No te canses de hacer el bien, esfuérzate y se valiente, no temas, no desmayes, que Jehová tu Dios estará contigo en todo proyecto y lugar!