¡EL DOLOR DE UNA TRAICIÓN!

Sentimientos que genera una traición pueden ser múltiples, entre ellos podemos mencionar enojo, resentimiento, odio, deseos de venganza, desconfianza, dolor, imposibilidad, agresividad, vulnerabilidad, victimizaciones entre otros; todo esto conlleva al deterioro emocional de cualquier ser humano en su sano juicio.

La traición es tan dura para con quienes la experimentan que hasta sus conductas son modificadas, cuando hablo de conductas me refiero a su anexar de proceder para con otros después de experimentar dicho dolor; nos cerramos a los amigos eventos posibilidades. Muchos hasta guardan el dolor como luto.

Hoy podemos mencionar algunos pasos para sanar de una traición, debemos iniciar por renunciar al enojo que nos provoca el simple hecho recordar a esta persona o experiencia, lo segundo será canalizar estos sentimiento negativos con pensamiento positivos o de bien; ósea saber que Dios estaba limpiando el camino para que nuestra cosa sea balanceada y equilibrada.

Podemos también cerrar este ciclo de dolor confrontando a ambas partes del conflicto, o sea traicionado y al traidor; pero al final nos daremos cuenta que el perdón es una decisión personal nadie puede perdonar por mi, pero si puedo tomar la determinación de renunciar al enojo y resentimiento para avanzar en el proceso de sanidad interior.

Con esto no pretendo minimizar el daño recibido, por lo contrario pretendo que lo superemos lo antes posible y una vez superado aprender del daño recibido o del daño ocasionado; si eres el traidor debes asumir tu responsabilidad y fuerte; el traicionado debe reconocer que siente dolor y mucho mas si es el caso.

No podemos pasar por alto que todo tiene un origen, o sea en que momento se dió esto, por qué razón se dió, en circunstancias, luego ofrecer las disculpas de caso y estar atentos a los síntomas post traumático; esto se da en el sentido que creemos que todos nos quieren hacer mal cuando en verdad muchos solo quieren tener un lugar en nuestro corazón.

Jesús también pasó por este duro proceso y sabes lo que hizo, determinó perdonarnos y bendecirnos con vida Eterna por medio de su amor en la cruz del Calvario; subió a la cruz y pagó el precio de todos nuestros pecados y traiciones, de tal manera que nos dió vida estando nosotros muertos en nuestros delitos y pecados que por gracia sois salvos.

¡Supéralo!