¡EL SALVADOR SOMOS TODOS!

Isaías 1:23:

Tus gobernantes son rebeldes y compañeros de ladrones; cada uno ama el soborno y corre tras las dádivas. No defienden al huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda.

 

 

Visión de Isaías: Este es el libro de las profecías de Isaías hijo de Amoz, quien ministró aproximadamente desde el 740 al 680 AC. por 20 años él habló tanto al reino del norte de Israel y al reino del sur de Judá. Después de la caída de Israel ante los Asirios en 722 AC, Isaías continuó profetizando a Judá.

 

  1. Este periodo de la historia de Israel está dicho en 2 Reyes 15-21 y Crónicas 26-33. Isaías fue contemporáneo de los profetas Oseas y Miqueas. Para el tiempo de Isaías, los profetas Elías, Elíseo, Abdías, Joel, Jonás, y Amós ya habían completado su ministerio.
  2. Para este tiempo, Israel había estado en la Tierra Prometida por casi 700 años. Los primeros 400 años en Canaán, Israel era gobernado por jueces, líderes espirituales, militares y políticos que Dios levantaba según como la ocasión lo demandara. Entonces, por alrededor de 120 años, tres reyes reinaron sobre todo Israel: Saúl, David, y Salomón. Pero en el 917 AC Israel tuvo una guerra civil, y permaneció dividido en dos naciones, Israel (hacia el norte) y Judá (hacia el sur) hasta el tiempo de Isaías.
  3. Hasta el tiempo de Isaías, la nación del norte de Israel tuvo unos 18 reyes – todos ellos malos, y rebeldes en contra del Señor. La nación del sur de Judá tuvo algunos 11 reyes antes del ministerio de Isaías, algunos buenos y algunos malos.
  4. En el tiempo de Isaías, Israel era una pequeña nación a menudo atrapada en el medio de las guerras entre tres súper potencias: Egipto, Asiria, y Babilonia.
  5. Mientras el ministerio de Isaías comenzaba, había una crisis nacional en la nación del norte de Israel. La súper potencia de Asiria estaba a punto de engullir a la nación de Israel. Durante el lapso de su ministerio como profeta, la nación del sur de Judá fue enfrentada con repetidas amenazas de las grandes naciones vecinas.

 

 

Leer los periódicos, tanto digitales como impresos, después de las elecciones del 28 F en El Salvador, pareciera leer una carta de despedida, todos auguran el futuro como si Dios no existe, y como si todos los salvadoreños estuviésemos amarrados de pies y manos para no defender la democracia que hoy por hoy tenemos. Debemos entender que esta es una nueva etapa de vida para nuestro país, este es un nuevo capítulo en la historia de El Salvador y no es el fin del mundo, ni el fin de la democracia como aseguran los conocedores.

 

Por cierto, fue una elección democrática y libre, donde el soberano se pronunció contundentemente en contra de la manera de hacer política de las generaciones anteriores. Yo estoy sorprendido de los contundentes resultados de las elecciones para alcaldes como para diputados; el pueblo que según muchos políticos creen que les pertenece, se manifestó con claridad y democracia; y decidió darles una oportunidad a los nuevos gobernantes por un periodo determinado de tiempo.

 

Esto es solo un nuevo capítulo, no es el final; ya veremos el desempeño de los que fueron electos por el pueblo para administrar sus impuestos y las comunidades de nuestro país EL SALVADOR, estaremos atentos a su desempeño y actuar ahora que son autoridad. Esto no quiere decir que están para cumplir caprichos personales, ni para tener que hacer lo que a todos nos corresponde como recoger la basura, cuidar del medio ambiente y más. Ellos serán los administradores y garantes de que las cosas se hagan en orden.

 

El problema está…

El problema está en el pesimismo, parece que Dios en sus vidas y corazones no tiene lugar alguno, es como afirmar que si no gobiernan ellos todo está perdido, lo cual es falso. Yo nací en un hogar clase media de gente (mis padres) que por más de 44 años han dado lo mejor por este país, a quien llamo orgullosamente mi país “El Salvador”. Y si bien en cierto que estoy sorprendido por los contundentes resultados de las pasadas elecciones del 28 F, no puedo cerrar la puerta para dar una oportunidad a los nuevos políticos de mi país.

 

Ezequiel 22:27

Sus príncipes en medio de ella son como lobos que desgarran la presa, derramando sangre {y} destruyendo vidas para obtener ganancias injustas.

 

 

Jóvenes voces se han levantado para frenar el tipo de gobierno que nos tiene donde estamos, analice y sea maduro, no sea fanático; usted y yo que llevamos años en este planeta, no estamos ajenos a entender que la gran incomodidad de los políticos de antaño es por el hecho de ya no poder tratar a este país como su finca. Ahora ya no habrá negociación oscura como usted y yo sabemos que siempre hubo.

 

Pareciera que los adictos al poder olvidaron que la riqueza y la corona no son para perpetuas generaciones, esto lo encontramos en uno de los más de tres mil consejos que Salomón nos dejó en el libro de los Proverbios, donde dice: “porque las riquezas no son eternas, ni perdurará la corona por todas las generaciones”. Proverbios 27:24.

 

Así como fuimos pacientes con los partidos de derecha e izquierda, demos una oportunidad a esta nueva generación de gobernantes; hagamos lo posible para lograr el desarrollo de nuestro país, hagamos el esfuerzo y juntos desarrollemos un nuevo país, sin tanta mala maña y sin polarización. No sudemos calentura ajena, seamos humildes en aceptar la tremenda lección que el pueblo en general les dio a los ex-gobernantes y aprendamos de nuestros errores, la historia continúa, ya vendrán mejores tiempos, pero no para todos sino solo para los que deseamos un mejor EL SALVADOR.

 

Al final… ¡El Salvador somos todos!

 

 

Proverbios 28:15

Cual león rugiente y oso agresivo es el gobernante perverso sobre el pueblo pobre.