LA ORACIÓN EFECTIVA.

La Biblia nos advierte a que oremos para no caer en tentación; este fue el caso de Jesús y sus discípulos en Getsemaní, fue muy claro al recordar que la carne es débil, que somos vitrinas de las pasiones desordenadas y que aquel que no se cuida, caerá como muchos ya cayeron.

La Biblia dice que muchos oramos mal, que lo hacemos bajo una mentalidad terrenal y no celestial, de tal manera que pedimos para nuestros propios deleites y placeres, alejados de la verdadera y perfecta voluntad de Dios para nosotros; y es por esa razón que nuestras oraciones no son contestadas de manera efectiva.

La Biblia nos da un mega ejemplo de cómo los hijos de Dios debemos orar para ser por Dios escuchados y tomados en serio, nos dio el Padre Nuestro como muestra de lo que debemos y no debemos hacer.

La Biblia es clara cuando nos dice que la voluntad de Dios es perfecta, eterna, y soberana; ¿Qué razón tendría yo de no querer esa voluntad de Dios sobre mi vida? ¿Qué razón tendría un hijo de Dios en menospreciar la voluntad del Padre que es la mejor sobre su vida?

La Biblia nos guía de tal manera que todo aquel que ora debe pedir con fe creyendo que Dios le responderá, lo cual así será, pero pedir con fe no es pedir con capricho, pedir con fe es: pedir rogando que la Voluntad de Dios se cumpla en la ruta de mi vida y de los míos.

La Biblia nos recuerda que así y solo así Dios podrá derramar sus bendiciones sobre cada uno de sus hijos, entonces podemos concluir que la oración correcta debe posicionar a Dios por encima de mis caprichos y darle a Dios, el lugar que les corresponde de tal manera que siempre sea Él Glorificado.

La Biblia hoy nos ha aclarado que la oración efectiva es aquella que se hace conforme al corazón de Dios, es aquella que reconoce que lo que Dios tiene para mi es superior a lo que mi voluntad humana quiere o requiere de Dios; practiquemos la oración con un enfoque Bíblico y pronto veremos la gloria de Dios en cada una de nuestras peticiones.

¡La Biblia enseña a orar!