Las 3 R del avance

Las 3 R del avance

Respeto, reglas claras y resiliencia.

La vida cristiana es un llamado continuo al avance. Todos deseamos crecer, mejorar, desarrollar nuestro carácter y caminar en el propósito de Dios, pero pocas veces hablamos de las disciplinas que realmente impulsan ese crecimiento. Proverbios 4:25–27 nos recuerda mantener los ojos en lo recto y examinar nuestros pasos. La Palabra nos invita a no desviarnos, porque solo la rectitud y la sabiduría nos llevan hacia una vida firme y estable. El avance no depende de emociones sino de convicciones que ordenan nuestra manera de vivir.

Las “3 R” del avance respeto, reglas claras y resiliencia son principios que alinean nuestra vida con el diseño de Dios. El respeto nos ayuda a valorar al prójimo, reconocer su dignidad y convivir en armonía. Las reglas claras estructuran la convivencia y nos permiten contribuir responsablemente a la colectividad. Y la resiliencia nos capacita para enfrentar la adversidad sin perder la fe. Juntas forman una base sólida que guía nuestras decisiones y fortalece nuestro carácter en tiempos de presión.

Cuando aplicamos estas disciplinas en el hogar, los resultados son visibles. Efesios 6:1–3 nos recuerda la importancia de honrar y obedecer a los padres, un principio que lleva promesa de bienestar y larga vida. El respeto mutuo, el diálogo y el reconocimiento de la autoridad crean ambientes familiares donde reina la paz. Colosenses 3:13 nos enseña a perdonarnos, porque ninguna familia puede avanzar sin gracia. La práctica de estas verdades transforma cada relación en un espacio para crecer.

En el trabajo, las “3 R” se convierten en herramientas para la excelencia y el testimonio. Colosenses 3:23 nos llama a trabajar de corazón como para el Señor, recordándonos que lo que hacemos refleja a quién servimos. Las reglas, la misión y la visión alinean los esfuerzos del equipo, mientras que la resiliencia nos permite mantener la constancia. Proverbios 22:29 enseña que la diligencia abre puertas de honor; es la actitud correcta la que nos posiciona ante oportunidades mayores.

En las amistades, estas disciplinas nos protegen y nos edifican. Proverbios 17:17 afirma que un verdadero amigo ama en todo tiempo, especialmente en los días difíciles. Pero también se nos advierte en 1 Corintios 15:33 que las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres. El respeto, los límites sanos y la madurez emocional nos permiten elegir relaciones que impulsen nuestro carácter. Somos responsables de rodearnos de personas que edifican y no desvían nuestro propósito.

Finalmente, en la iglesia, las “3 R” son indispensables para mantener la unidad y el orden. 1 Corintios 14:40 establece que todo debe hacerse decentemente y con orden, recordándonos que la innovación siempre debe caminar de la mano con la sujeción.

Concluir el camino del avance requiere claridad y determinación. Cuando definimos una ruta correcta, evitamos los desvíos que nos roban tiempo, paz y propósito. Las “3 R” se convierten en herramientas para enfrentar los desafíos más duros y avanzar con firmeza. Respetar, vivir bajo reglas claras y perseverar con resiliencia nos acerca a la vida que Dios desea para nosotros.

Del escritorio de Toby Jr.

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