PENSAMIENTO MÁGICO versus FE

PENSAMIENTO MÁGICO

 

El pensamiento o conocimiento mágico consiste en una manera de llegar a conclusiones, basada en supuestos informales, erróneos o no justificados y, frecuentemente, sobrenaturales, que genera opiniones o ideas carentes de fundamentación empírica robusta.

La noción de pensamiento mágico hace referencia a una forma de pensar que se basa en la imaginación, las tradiciones, las emociones o la fe, lo que hace que sus expresiones carezcan de una argumentación lógica.

 

La historia del desarrollo del pensamiento determina que lo mágico toma cuerpo en el hombre cuando se da cuenta que las fuerzas de la naturaleza son más poderosas que él. Surge cuando aún no poseía ni la más mínima inteligencia para comprender y ejercer dominio sobre las fuerzas de esta.

En psicología y ciencia cognitiva, el pensamiento mágico es un raciocinio causal no científico; Como la superstición, por ejemplo, alguien puede acreditar que una camisa da suerte si vistiéndose con ella ha ganado un torneo deportivo.

 

El pensamiento mágico se fundamenta en creencias cuya estructuración no sigue un patrón racional. Suele estar basado en percepciones psíquicas subjetivas del individuo/colectivo, pudiendo haber sido influenciado por otras personas que conocen o aceptan de algún modo dichas teorías o creencias.

La magia busca sobrepasar las limitaciones de la naturaleza humana, el orden de la creación establecido por Dios y la autoridad de Dios.

La magia pretende obtener poder sobre la creación y sobre la voluntad de otras personas por medio de la manipulación del mundo espiritual por medio de poderes ocultos.

 

FE

El apóstol Pablo enseñó que “la fe [es] la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” (Hebreos 11:1). … La fe es un principio de acción y de poder. Cuando nos esforzamos por alcanzar una meta digna, estamos ejerciendo la fe, porque demostramos nuestra esperanza en algo que aún no podemos ver.

 

Romanos 1:17

Porque en el evangelio se revela la justicia de Dios, que de principio a fin es por medio de la fe, tal como está escrito: «El justo por la fe vivirá»

 

La fe es la creencia, confianza o asentimiento de una persona en relación con algo o alguien y, como tal, se manifiesta por encima de la necesidad de poseer evidencias que demuestren la verdad de aquello en lo que se cree. La palabra proviene del latín fides, que significa ‘lealtad’, ‘fidelidad’.

La fe es la virtud teologal que se refiere directamente a Dios. Por ella creemos en Dios, en todo lo que Él ha dicho y revelado, y que la Iglesia nos propone. Por la fe, la persona se entrega entera y libremente a Dios. Por ello, el creyente se esfuerza por conocer y hacer la voluntad de Dios.

Cuando confiamos en Dios tenemos la certeza de que nuestro transitar en la vida será justo y reparador, tener fe de que Dios existe es un sentimiento que se alimenta a través de la lectura de la palabra, conocer a Dios a través de la biblia alimentara nuestra confianza eliminando en nuestro corazón las dudas y temores. La fe es una manera de pedir ayuda, la magia es buscarla en la superstición.

Tener fe en Jesucristo significa confiar totalmente en Él: confiar en Su poder, inteligencia y amor infinitos, lo cual incluye creer en Sus enseñanzas; significa creer que aunque no entendamos todas las cosas, Él sí las entiende.

 

Y tú, ¿Tienes fe?, ¿O vives de dependiendo de los promotores del pensamiento mágico? ¡Bola de charlatanes y manipuladores de las realidades Bíblicas!

 

Aprendamos a diferenciar entre fe y pensamiento mágico.

 

Del Escritorio de Toby Jr.

 

 

Fuentes: scielo.org / uv.es.com / ultima.edu.pr