El libro de Eclesiastés, atribuido al sabio Salomón, nos describe que las ilusiones son solo eso; ilusiones. También nos recuerda que las ilusiones son muchas veces tropezadero para muchos que malgastamos nuestras vidas en busca de algo que no es real.
Las famosas faldas, fama y fortuna, entre otras, son las que tanto daño han hecho a la Iglesia, como a la sociedad en general. Y somos pocos los que pudimos descubrir que no solo de ilusiones vive en hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
Efesios 5:6
Que nadie os engañe con palabras vanas, pues por causa de estas cosas la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia.
Hoy quiero invitarte a dejar a un lado las falsas ilusiones, y que juntos vivamos por prioridades.
1 Éstos son los dichos del Predicador, hijo de David, que reinó en Jerusalén.
¡Vana ilusión, vana ilusión!
¡Todo es vana ilusión!
3 ¿Qué provecho saca el hombre
de tanto trabajar en este mundo?
4 Unos nacen, otros mueren,
pero la tierra jamás cambia.
5 Sale el sol, se oculta el sol,
y vuelve pronto a su lugar
para volver a salir.
6 Sopla el viento hacia el sur,
y gira luego hacia el norte.
¡Gira y gira el viento!
¡Gira y vuelve a girar!
7 Los ríos van todos al mar,
pero el mar nunca se llena;
y vuelven los ríos a su origen
para recorrer el mismo camino.
8 No hay nadie capaz de expresar
cuánto aburren todas las cosas;
nadie ve ni oye lo suficiente
como para quedar satisfecho.
9 Nada habrá que antes no haya habido;
nada se hará que antes no se haya hecho.
Eclesiastés 1:1-9
El término ilusión se refiere a una percepción o interpretación errónea de un estímulo externo real. Por ejemplo, ver un animal donde solo hay vegetación o interpretar una sombra en una calle oscura como si fuera una persona.
El término ilusión tiene su origen en el latín “illusĭo”. Se trata de un concepto o una imagen que surge por la imaginación o a través de un engaño de los sentidos, pero que no tiene verdadera realidad. Vinculada a los sentidos, una ilusión es una distorsión de la percepción.
Proverbios 26:12
¿Has visto a un hombre que se tiene por sabio? Más esperanza hay para el necio que para él.
La ilusión es una imagen, representación o concepto producto de la imaginación o de una distorsión de los sentidos, que no corresponde con la realidad; es una esperanza sin fundamento lógico. La diferencia entre una ilusión y un error es que continúa vigente aún después de reconocer que es falsa.
Jeremías 23:16
Así dice el SEÑOR de los ejércitos: No escuchéis las palabras de los profetas que os profetizan. Ellos os conducen hacia lo vano; {os} cuentan la visión de su propia fantasía, no de la boca del SEÑOR.
Quizá estés ilusionado con una nueva relación, o creyendo que el divorcio solucionará tus problemas de carácter; cuando en realidad los problemas que hoy tú y yo tenemos provienen del corazón, del alma, de los malos hábitos y pensamientos.
No te dejes llevar por una falsa ilusión que la final del camino nos pasará factura por todo lo bueno malo o regular que hayamos hecho en la vida. Recuerda que las ilusiones pasan y Dios y su palabra permanece firme y fiel; no te dejes guiar por las falsas ilusiones y pon tu meta en Dios.