Todos esperaban un cambio en los gobiernos pasados, en especial cuando llegó el FMLN al poder después de tener por 20 años a la derecha representada por el partido ARENA. Esto no sucedió en los pasados 30 años y esta es la explicación básica y lógica al problema, “TODOS QUIEREN QUE OTROS CAMBIEN, PERO NADIE QUIERE CAMBIAR PRIMERO”.
Las estadísticas de muerte en el Pais son escandalosas en estos últimos 10 años, pareciera que la batalla está perdida, pero yo tengo otra óptica un tanto mas esperanzadora para mi Pais El Salvador; esto si continuamos puestos los ojos en Jesús el Hijo De Dios.
El primer paso es reconocer que somos responsables de nuestras familias, esposo, esposa, hijos, suegros, nietos, abuelos; nadie más es responsable de ordenar nuestros hogares mas que nosotros los que los conformamos.
El segundo paso es poner reglas claras para cada una de las funciones familiares antes mencionadas, en otras palabras la distribución de roles para cada uno de los integrantes y no la estigmación de roles conforme al mundo desordenado de hoy que por tanta tendencia rara en el mundo desnaturalizan el concepto de familia tradicional.
El tercer paso es velar por el fiel cumplimiento al rol encomendado por Dios a cada uno de nosotros en la familia por igual, o sea el de padre, madre, hermano, abuelo, tío, suegra, nuera, en otras palabras disciplina para cumplir lo que me corresponde. Para esto debemos entender que habrán consecuencias a cada una de nuestras acciones, buenas o malas por igual. No se trata de dar premios o reconocimientos todo el tiempo, se trata de entender que toda acción genera una reacción o consecuencia en nuestra vida y sociedad.
El cuarto paso será entender que la disciplina en exceso jamás es dañina para nadie, por el contrario la disciplina es la que produce y nos hace mejores personas y ciudadanos; la perseverancia, dedicación, motivación, y desarrollo personal hará de nosotros una mejor generación al servicio de nuestras familias como también de nuestra Nación.
El quinto paso es dar un espacio a Dios en nuestros hogares, no hablo de religión si no de valores claros, valores que nos enseñen a respetar al anciano, a nuestros padres, mentores, y a las autoridades en general. Poner a Dios como guia de nuestros hogares que tan fraccionados a consecuencia del desorden emocional que muchos experimentamos en la niñez o juventud por igual, no podemos olvidar que somos una generación post guerra y hasta hoy estamos pagando las consecuencias de los platos rotos.
El sexto paso es dar el primer paso, toda conquista inicia con un primer paso y es nuestra responsabilidad dejar de buscar culpables a nuestros problemas y afrontar con valentía el reto que tenemos puesto delante de nuestras familias y sociedad; demos hoy el primer paso, esto no iniciará por la casa de tu vecino, esto iniciará por tus costumbres y tradiciones personales, afectando positivamente a tus familiares y luego de nuestra sociedad entera.
“TODOS QUEREMOS QUE OTROS CAMBIEN, PORO NADIE QUIERE CAMBIAR PRIMERO”
No esperes que alguien cambie por ti, si cambias tú y cambiamos todos, en poco tiempo tendremos una mejor sociedad, y luego tendremos un mejor El Salvador.
¡EL VERDADERO CAMBIO LLEGARÁ CUANDO TU CAMBIES!